2 de marzo de 2011

Marzo.



LLuvia de Marzo,
que traes contigo la importancia,
esa importancia que nunca habia prestado hacia ti,
a la que un día vi pasar delante mia y ni saludé
y, como una cortina de agua fría,
te volvistes a prensentar, un año más, delante mia,
esta vez te recibí tal y como vinistes, precipitada, decidida,
dispuesta a dejar Marzo del año 2011 como un recuerdo árduo
en mi cabeza y que así sea.

Secretos de Marzo,
que traeis consigo la apertura de los cerezos,
que mi corazón interpreta como un aviso,
a trazar la línea de la pasión en su espalda,
a crear un circulo vicioso entre sus labios y los míos,
a enrredarme con sus brazos, para no salir nuncá más,
de la maraña que me protegue del exterior y
que en su interior tengo un mundo para mi,
para mi y también para él.

Atardeceres de Marzo,
que traeis con vosotros la incertidumbre,
esa incertidumbre que perdura asta el alba siguiente,
que hace que todo mi ser y mi mundo interior se desvoque,
se tambaleé, de un lado hacia otro, cual barco en la tempestad,
que hace sacar mis peores rayadas y chiquilladas,
que hace que dé un paso hacia delante y dos hacia atrás,
que hace que dude de mis sentimientos y
arriesgarme a perder todo lo que quiero, todo lo que amo.

El tiempo corre,
el tiempo vuela,
las decisiones pasan delante nuestra,
ha llegado la hora de decicir,
si dejarle escapar y morir,
o tenerle a mi lado y vivir.





Laura Rivas Alvarez.

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