22 de febrero de 2013

Resurgir y continuar.

Caminar sin mirar atrás, 
caminar sin recordar, es el secreto.
¿Y si se comenten errores una y otra vez?
Hay que descuidar de los que dicen que es tarde para enmendar,
la clave está en olvidar y crecer,
en seguir nuestro instinto y poder corregir todo lo malo, 
por mucho que cueste.
¿Y si se pierde a gente querida que jamás recuperaremos?
Aunque lo parezca nunca estamos solos, ni nunca lo estaremos,
siempre habrá alguien detrás nuestro preparándose para cuando nosotros, perdidos, 
queramos pedirle un abrazo a esa persona que nos vuelva a recolocar.
¿Y si nuestro corazón está confuso?
Siempre es un alivio poner en armonía el corazón y la mente para poder querer,
para poder amar, para poder cuidar,
para no ser infiel y acabar mal.
¿Y si se meten en nuestro pasado?
Da igual, lo pasado pasado está, 
el presente es lo que vivimos y el futuro lo que intentamos construir lo mejor posible.
¿Y si no podemos enterrar los recuerdos?
Dejarlos correr es lo que queda, total no es una realidad, son imágenes que jamás volverán a avivar.
Todo esto es transitorio, es un camino secundario que nos lleva al sendero de la vida, donde aprendemos a maniobrar correctamente sin errores y siguiendo nuestros prejuicios.
Al principio pensaba que jamás iba a superar ciertas confusiones y dificultades que la vida me devolvió como castigo, siempre se puede corregir las cosas si no volvemos a caer en ellas, se aprende a ser mejor persona, a vivir en armonía con los demás y a no ser una mala influencia para nadie, se aprende a superarse en todos los campos de la vida, y aunque algunos no lleguen aún o tarden un poco más que otros en llegar siempre, cuando menos uno se lo espera, acaban por aparecer.  
     
Siempre debemos continuar, porque aunque nos llevemos un golpe, siempre vendrán sorpresas y buenos tiempos, si la vida nos golpes, nosotros contestemos con una buena sonrisa.



   Laura Rivas Alvarez.