28 de febrero de 2011

¡Sorpresa! Soy la rutina.


Maldita rutina,
la que llama a nuestras puertas con el sonido del despertador todos los lunes a primera hora,
la que nos da los buenos días antes que nada ni nadie.

Desayunar a toda prisa, ducharse, peinarse, vestirse y salir cada uno a su lugar, trabajos, estudios, reuniones, citas...nadie se libra de la maldita rutina.

Esa que hace romper tantas parejas,
esa que hace que miles de personas al año se quiten la vida al hacerse tan pesada en su vida,
esa resignación general a la hora de hacer lo mismo todos los días.

Solo y cuando llega la hora de dormir, hay un equilibrio entre dos lados,
por uno acabamos por sentirnos totalmente sosegados al enfundarnos en nuestras sábanas, en la total calma,
por otro el pesár que nos espera al día siguiente,
así, constantemente, es como nos desgasta la rutina, unos más que a otros, pero que más dará.

Si, la maldita rutina apesta, tanto como pesa.


                              


 Laura Rivas Alvarez.

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